Siempre me ha gustado el pelo liso, seguramente porque yo lo tengo muy rizado, y siempre se quiere lo que no se tiene. Ayer me tocaba ir a la pelu, cosa que odio, pero mi pelo necesitaba un corte porque ya lo llevaba un poco largo, y requería más atención y tiempo que cuando lo llevo corto, así que fui.
Cambié de peluquería, allí ya había estado una vez, y aunque no me lo cortaron mucho, salí con un nuevo look: ¡me alisaron el flequillo!, qué guay, los dos laterales los llevo lisos, y ¡¡me hace una ilu!!, se aprecia mejor mi color de pelo, y bueno, que duda cabe, que parezco otra persona...aunque cuando me lo lave, todo volverá a su normalidad...
No descarto alisármelo todo algún día...nunca me había atrevido a dar el paso, porque entre otras cosas, las peluqueras siempre me habían dicho que en mi caso era difícil que quedara "bien", pero visto lo visto, lo apunto a mi lista de "cosas que hacer".
He dedicado la entrada de hoy a esta chorrada porque me parecía "importante", es un hecho "significativo" y un paso más para darme cuenta que yo también puedo, y que no tengo que menospreciarme tanto.
He colgado a la guapa Diana, porque su flequillo se parece bastante al que me hizo la peluquera :)
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